domingo, 29 de julio de 2012

Exhortan dominicanos registrarse al viajar

NUEVA YORK:
Nueva York.-El presidente de la Coalición de Líderes Dominicanos (CLD) en esta urbe, Julio Alvarez, exhortó a los dominicanos naturalizados, de nacimiento o de otra nacionalidad, a inscribirse en el Programa del Viajero Inteligente (STEP) debido a los beneficios que proporciona.
Esto responde al llamado del Departamento de Estado de USA para que sus ciudadanos que piensen viajar o que residan fuera de EE.UU se inscriban en el Programa  STEP,
Julio Alvarez precisó que el programa, llamado en inglés "Smart Traveler Enrollment Program (STEP)", es un servicio gratuito proporcionado por el Gobierno de los Estados Unidos para los ciudadanos estadounidenses que están viajando o viviendo en cualquier país del mundo.
Dijo que el mismo proporciona asistencia en caso de un desastre, accidente, arresto, al sufrir lesiones o en una emergencia nacional coordina su evacuación o avisa de su desarrollo, indica el reconocido dirigente comunitario.
Enfatizó que presentando todas sus credenciales como ciudadano pueden inscribirse a través de sus páginas de internet Travel.State.Gov ohttps://travelregistration.state.gov/ibrs/ui/.
Añadió que si está registrado debe volver hacerlo para actualizar sus datos y así la Embajada Americana también lo podría contactar y proveerle de mejor asistencia si pierde su pasaporte u otros documentos, se encuentre en un problema o en una emergencia contactar a su familia y amigos en EE.UU.
Indicó que la información que se provea al Departamento de Estado estará totalmente asegurada y solamente podrán tener acceso las personas autorizadas en la Embajada y el Departamento de Estado, y podrá ser obtenida sólo con su permiso bajo las provisiones del Acta de Privacidad de 1974, afirmó.
Recientemente el Departamento de Estado actualizó una alerta mundial, emitida el 24 de enero pasado, sobre las continuas amenazas de ataques terroristas y otras acciones violentas contras ciudadanos e intereses de EE.UU en el exterior.
Las muestras de esos objetivos incluyen eventos deportivos publicitados, áreas residenciales, oficinas de negocios, hoteles, clubes, restaurantes, iglesias, escuelas, áreas públicas y otros destinos turísticos en Estados Unidos y el exterior.

viernes, 27 de julio de 2012

¿Por qué cumplir la ley?


Una actitud social debe ser que cumplamos la ley. Si todos cumplimos la ley  tendríamos los mismos derechos.
Y si la ley establece garantías, el incumplimiento por parte de los que tienen autoridad se reducirá considerablemente.
Y el incumplimiento tendrá sanción. Si cumplimos la ley y si la ley está bien hecha, todos tendríamos las mismas oportunidades. 
Si la ley se cumpliera tendríamos los mismos deberes. 
Si la ley se cumpliera todos seríamos iguales.
En la actualidad, los malos ejemplos respecto de este tema cunden en la sociedad. La ilegalidad no asombra ni escandaliza. Por eso tenemos tanta desigualdad. Al no cumplir la ley entonces todos no somos iguales: hay abuso, privilegio, inequidad, privación de derechos.
Necesitamos más confianza, más compromiso y más respeto. Tenemos que proponernos en una consigna muy sencilla: leyes que sirvan, que sean buenas, y  que todos cumplamos la ley. 
Si todos cumplimos la ley tendremos los mismos derechos.  Si todos cumplimos la ley tendremos más oportunidades. 
Si cumplimos la ley todos seremos iguales. Nuestro sistema legal provee recursos para la garantía de que las leyes sirven. Recursos administrativos, contenciosos y jurisdiccionales.
Por su parte, el proceso legislativo está exigido de ser transparente y consultivo.
Combinemos todos los recursos y la supervisión y vigilancia ciudadana sobre lo que hacen y deben hacer los funcionarios. Así nos obligamos más a ser responsables. El asunto es mejores leyes y cumplimiento estricto de éstas. 
Porque si la ley se cumple todos seremos iguales. Tendremos las mismas oportunidades. El país avanzará.
Entonces, ¿por qué no cumplimos la ley?
 El compromiso con el cumplimiento de la ley es imprescindible para generar confianza, ciudadanía vigilante para garantizar mejores leyes y que éstas se cumplen. Si las autoridades fallan tenemos el recurso de los tribunales. 
El gobierno de la ley garantiza la igualdad. La ilegalidad significa abuso y desigualdad. Cuando se generaliza la ilegalidad crece la criminalidad y la violencia: el principio de autoridad se quiebra.


El Tribunal Superior Electoral como defensor de la Constitución

21 Junio 2012, 10:18

El TSE no tiene el monopolio de la justicia constitucional

Escrito por: Eduardo Jorge Prats (e.jorge@jorgeprats.com)

Las valientes decisiones adoptadas por el Tribunal Superior Electoral (TSE) en las demandas llevadas ante ese tribunal por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), su presidente, Ing. Miguel Vargas Maldonado, y un grupo de connotados dirigentes de ese partido, colocan sin lugar a dudas al TSE como un verdadero defensor jurisdiccional de la Constitución y de los derechos fundamentales, quedando claro, una vez más, que en el sistema constitucional dominicano el Tribunal Constitucional,

si bien es la instancia jurisdiccional suprema en materia constitucional, no tiene el monopolio de la justicia constitucional, siendo ésta la potestad de cualquier tribunal de la República, en palabras del legislador “de pronunciarse en materia constitucional en los asuntos de su competencia”, con el objetivo de “sancionar las infracciones constitucionales para garantizar la supremacía, integridad y eficacia de la Constitución, la defensa del orden constitucional, la adecuada interpretación constitucional y la protección efectiva de los derechos fundamentales” (artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y de los Procedimientos Constitucionales).

El mensaje del TSE a la nación es trascendental y rebasa los estrechos límites del diferendo perredeísta: los dirigentes y militantes de un partido, por el mero hecho de jurar lealtad a un partido y a sus estatutos, no dejan de ser personas que disfrutan de derechos constitucional e internacionalmente consagrados. Y, lo que no es menos importante: si los estatutos de un partido consagran la posibilidad de sancionar militantes sin respetar las normas del debido proceso disciplinario, entonces tales disposiciones estatutarias deben considerarse contrarias a la Constitución.

Con este pronunciamiento, el TSE viene a consagrar lo que ya en 2005, a la hora de tratar los partidos políticos en la primera edición del volumen II de nuestro manual de Derecho Constitucional (Santo Domingo: Amigo del Hogar), decíamos: “por la relevancia constitucional de los derechos de los afiliados a los partidos y por la extensión de la protección de la garantía constitucional del debido proceso a todos los procedimientos sancionatorios, la Constitución exige que los órganos de disciplina de los partidos se conformen de modo imparcial y actúen en respeto al derecho constitucional de defensa” (pág. 488).

Más aún, el TSE, al declararse competente para conocer asuntos disciplinarios, por lo menos cuando están en juego derechos fundamentales reclamados en amparo o cuando estas sanciones recaen sobre cargos internos del partido, y más allá de lo que establezca su ley orgánica, la cual por demás solo puede ser interpretada conforme a la Constitución que no exceptúa estos asuntos de la competencia del TSE, viene a confirmar lo que ya habíamos adelantado hace siete años: “los partidos no pueden escapar al control judicial de sus actuaciones” (pág. 489).

Todo ello, en realidad, no es nuestra invención sino la tendencia generalizada en la jurisprudencia constitucional y electoral comparada, validada por el propio estatuto constitucional de los partidos, que no son simples asociaciones privadas, como lo es una compañía por acciones, sino que tienen misiones constitucionalmente consagradas y que deben atenerse a los principios constitucionales en su conformación interna.

Naturalmente, este paradigma constitucional resultará incomprensible para quienes han sido criados en la cultura de que lo que diga el jefe partidario es lo que va. Ni hablar de los juristas al servicio del golpe de Estado a la institucionalidad del PRD: éstos presentarán las decisiones del TSE como obra de un supuesto poder malévolo y dictatorial y esgrimirán el infundado discurso de la “dictadura constitucional”, mientras descaradamente justifican un modelo de partido autocrático, donde un grupúsculo de gerontócratas le pasan por encima a la voluntad democrática de los militantes que eligieron los altos cargos, suspendiéndolos en sus funciones, usurpando las mismas y evitando las sanciones disciplinarias que dicha deslealtad acarrea, suspendiendo a los directivos de los organismos disciplinarios del partido.

Quieren así democracia afuera mientras aplastan la democracia adentro. Supuestamente combaten el despotismo pero justifican la ley de la oligarquía partidaria.

Le duela a quien le duela el TSE ha sentado un precedente histórico para domesticar el poder salvaje de los partidos frente a sus afiliados. Para bien de la nación, ello convierte al TSE en defensor de la Constitución y en garante de la institucionalidad partidaria.

domingo, 22 de julio de 2012

El Aliancista no es sólo el que simpatiza por Alianza País o por el Dr. Guillermo Moreno.

Por: Jorge Peña Villalona

En el turbio escenario político dominicano, en tiempos tan oscuros como los actuales, cuando las personas sin personalidad abundan, cuando el quehacer político se encuentra tan maltratado, cuando el país más lo necesita surge un nuevo personaje que va a dar mucho de qué hablar, pero sobre todo, va dar mucha agua a beber.


El Aliancista no es sólo el que simpatiza por Alianza País o por el Dr. Guillermo Moreno.

El Aliancista quiere adecentar la práctica política dominicana. Está consciente de que en RD las cosas andan mal, de que es necesario hacer cambios importantes, que dichos cambios sólo son realizables desde el poder, que para poder lograrlo hay que alcanzar ese poder utilizando medios distintos a los actuales, que para ello es necesario la construcción de una nueva mayoría política, y que para obtener la victoria, es necesario que la gran mayoría sino todos, de los esfuerzos sociales que han estado dispersos, converjan bajo una misma dirección.

El Aliancista no tiene nada que ofrecer más que su voluntad, sus manos, sus ideas, sus pensamientos y su accionar en pos de una República Dominicana traicionada desde el mismo momento de su fundación.

El Aliancista no es de izquierda, ni de derecha, ni de arriba ni de abajo. El Aliancista es Duartiano, y su único interés es el bienestar de todos los sectores sociales que forman la “sociedad” dominicana.

El Aliancista es por definición ecológico, ve en la naturaleza una gran aliada de la humanidad; protege animales y plantas. El Aliancista es austero, es trabajador, cuida del bien ajeno; practica la austeridad también en casa ajena.

El Aliancista “ES”. No es cuestión de “debe ser”. El Aliancista se asume a sí mismo como tal y asume su tarea con integridad, acepta críticas, es crítico también y no denigra ideología política, religiosa, etnia, credo ni mucho menos estatus social. Basta con abrazar los ideales Duartianos, basta con anhelar un País justo, soberano y democrático, basta con repudiar la corrupción pública y privada, el despilfarro y el desamor a la patria para asumirse como Aliancista.

El Aliancista todos los llevamos dentro. Es aquel que se para antes de la raya blanca de los peatones, el que usa el cinturón de seguridad aunque nadie lo esté mirando. El que ayuda al prójimo desinteresadamente, el que prefiere sólo el dinero producto del trabajo, el que apaga la luz al salir de una habitación, el que no imprime documentos innecesariamente, el que es buen vecino, el que acepta la diversidad, el que se arrodilla para atarle los cordones de los zapatos a cualquier niño, el que cede el paso, el que pulsa el botón “abrir” del ascensor cuando alguien se aproxima, el que siempre está dispuesto, el que sonríe, el que ofrece su paraguas, el Aliancista es aquel que apuesta a lo mejor de la Dominicanidad, es el que reacciona y el quiere que el pueblo reaccione, el que hará lo necesario porque todos los Dominicanos y Dominicanas afloren el Aliancista que llevan dentro.

@jorgebolivarp

domingo, 15 de julio de 2012

Danilo Medina: atrapado y sin salida?


NEW YORK.- En las elecciones generales del  año 2000, después de serios forcejeos en el seno de su propio partido, el Lic. Danilo Medina García logró su postulación a la presidencia del país para enfrentar al agrónomo Hipólito Mejía Domínguez en una contienda  en la que, como ya sabemos, el candidato oficialista sufrió una vergonzosa derrota en la primera vuelta.

Una vez se supo con plena seguridad que Hipólito fue el triunfador del evento electoral se escuchó en todo el escenario político nacional una expresión que ha dejado una impronta en la memoria histórica del país: “Me venció el estado.”

La referida frase, que adquirió carácter lapidario, es de la autoría de Danilo Medina y sintetizó toda una extensa gama de conceptos para decir que el Dr. Leonel Fernández y sus seguidores al interior del PLD hicieron uso de los recursos del Poder para obstaculizar  la campaña del candidato  “oficial” e impedir su triunfo, como en efecto sucedió.

Desde mayo del 2000 hasta la fecha puede afirmarse sin pecar de exageración que el hoy presidente electo prácticamente guardó absoluto silencio respeto a todo lo que sucedía en el convulso mundo  político dominicano.

Durante el período señalado párrafo arriba se sucedieron las más desastrosas inconductas de funcionarios administrativos, congresistas y militares. Los desaguisados nunca vistos en materia de corrupción gubernamental y política han caracterizado y tipificado el accionar de los gobiernos de Hipólito Mejía y de Leonel Antonio Fernández Reyna sin que se sintiera un solo quejido por parte de quien habrá de ceñirse la “ñoña” el 16 de agosto venidero.

Ante esa actitud de parte de una persona reputada como sagaz estratega de fino olfato político y alta sensibilidad social mucho llegaron a pensar que Danilo Medina se había retirado a las escabrosas montanas del sur quisqueyano convertido en  anacoreta para pasar el resto de su vida sumido en la meditación profunda. Su silencio  justificaba esa línea de pensamiento.

Pero los acontecimientos acaecidos a partir  de los inicios de la pasada campaña interna en el Partido de la Liberación Dominicana con miras a la escogencia de su candidato presidencial desmontan todas las falsas creencias que en relación a Danilo Medina un buen número de gente abrazaba  equivocadamente. Los hechos mostraron con claridad meridiana que el hombre solo esperaba que las nuevas condiciones maduraran y le permitieran dar el salto en la dirección de conquistar la candidatura presidencial por su partido aunque para ello tuviera que inclinar la cerviz exhibiendo la mayor ruindad y pusilanimidad.

El hombre  que ayer dijera “el Estado me venció”, hoy, sin el menor sonrojo, aceptando como buenas y validas las más groseras barbaridades politiqueras por parte de los suyos y del gobierno de su partido, llegará al solio presidencial, precisamente, llevado en andas por ese  mismo Estado que invirtió una friolera de dinero para lograr que Danilo y Margarita sean hoy presidente y vicepresidenta electos respectivamente.

Pero si bien es cierto que el Lic. Danilo Medina se juramentará como presidente dominicano para el periodo 2012-2016, no menos cierto es que el gran desorden que se advierte bajo los cielo dominicanos mas la agravante que representa los vulgares y mefistofélicos amarres que con la mayor “malafesía” ha hecho el señor presidente no creo que el mandamás entrante pueda salir airoso.

No pretendo presentarme como “pitonizo” ni nada parecido pero si  al descalabro económico, moral y político reinante en el país le sumamos todo lo que implica que la hoy primera dama se encuentra a “tiro de hit” de la presidencia creo que cualquier cosa puede suceder, sobretodo si funcionan la inescrupulosidad y ambición leonelistas.

¿Tendrá el presidente electo la convicción, la voluntad política, el coraje y firmeza como para corregir los entuertos que de manera ex profesa ha dejado el líder máximo de su partido? ¡Y es fácil…..

Por: MARINO MEJIA