domingo, 22 de julio de 2012

El Aliancista no es sólo el que simpatiza por Alianza País o por el Dr. Guillermo Moreno.

Por: Jorge Peña Villalona

En el turbio escenario político dominicano, en tiempos tan oscuros como los actuales, cuando las personas sin personalidad abundan, cuando el quehacer político se encuentra tan maltratado, cuando el país más lo necesita surge un nuevo personaje que va a dar mucho de qué hablar, pero sobre todo, va dar mucha agua a beber.


El Aliancista no es sólo el que simpatiza por Alianza País o por el Dr. Guillermo Moreno.

El Aliancista quiere adecentar la práctica política dominicana. Está consciente de que en RD las cosas andan mal, de que es necesario hacer cambios importantes, que dichos cambios sólo son realizables desde el poder, que para poder lograrlo hay que alcanzar ese poder utilizando medios distintos a los actuales, que para ello es necesario la construcción de una nueva mayoría política, y que para obtener la victoria, es necesario que la gran mayoría sino todos, de los esfuerzos sociales que han estado dispersos, converjan bajo una misma dirección.

El Aliancista no tiene nada que ofrecer más que su voluntad, sus manos, sus ideas, sus pensamientos y su accionar en pos de una República Dominicana traicionada desde el mismo momento de su fundación.

El Aliancista no es de izquierda, ni de derecha, ni de arriba ni de abajo. El Aliancista es Duartiano, y su único interés es el bienestar de todos los sectores sociales que forman la “sociedad” dominicana.

El Aliancista es por definición ecológico, ve en la naturaleza una gran aliada de la humanidad; protege animales y plantas. El Aliancista es austero, es trabajador, cuida del bien ajeno; practica la austeridad también en casa ajena.

El Aliancista “ES”. No es cuestión de “debe ser”. El Aliancista se asume a sí mismo como tal y asume su tarea con integridad, acepta críticas, es crítico también y no denigra ideología política, religiosa, etnia, credo ni mucho menos estatus social. Basta con abrazar los ideales Duartianos, basta con anhelar un País justo, soberano y democrático, basta con repudiar la corrupción pública y privada, el despilfarro y el desamor a la patria para asumirse como Aliancista.

El Aliancista todos los llevamos dentro. Es aquel que se para antes de la raya blanca de los peatones, el que usa el cinturón de seguridad aunque nadie lo esté mirando. El que ayuda al prójimo desinteresadamente, el que prefiere sólo el dinero producto del trabajo, el que apaga la luz al salir de una habitación, el que no imprime documentos innecesariamente, el que es buen vecino, el que acepta la diversidad, el que se arrodilla para atarle los cordones de los zapatos a cualquier niño, el que cede el paso, el que pulsa el botón “abrir” del ascensor cuando alguien se aproxima, el que siempre está dispuesto, el que sonríe, el que ofrece su paraguas, el Aliancista es aquel que apuesta a lo mejor de la Dominicanidad, es el que reacciona y el quiere que el pueblo reaccione, el que hará lo necesario porque todos los Dominicanos y Dominicanas afloren el Aliancista que llevan dentro.

@jorgebolivarp

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